La temática del cuidado ambiental y las consecuencias sufridas por la falta de control en la emisión de gases es un asunto que preocupa y ocupa a todos los habitantes del planeta. Sin embargo, es una problemática más reciente la que se ha puesto sobre la mesa y ha volcado la mirada hacia la huella de carbono del turismo.
¿Qué es la huella de carbono del turismo y cómo influye en esta industria?
La huella de carbono del turismo consiste en las emisiones globales de gases de efecto invernadero, medidas en unidades de Dióxido de Carbono equivalentes, correspondientes a actividades relacionadas con el área: transporte (mayormente vuelos), hotelería y producción de souvenirs y otros objetos. Según investigaciones universitarias recientes el 8% de la producción de gases que afectan la atmósfera provienen del sector turístico. Esta cifra es mayor a la estimada por la Organización Mundial del Turismo (5%) y llama a la reflexión: no solo se está dañando el medio ambiente sino que la propia industria no ha reconocido hasta ahora que debe cuidar la base sobre la cual se sostiene.
Afortunadamente ya se ha comenzado a tomar conciencia y responsabilidad en la industria del turismo. De acuerdo con el informe presentado en 2015 por el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC) diversas multinacionales, en comparación a datos de 2005, han reducido en un 20% su huella de carbono y, además, se han comprometido a bajarlo en un 50% para el año 2035.
Como primera medida las organizaciones comenzaron por cuantificar sus propias emisiones a la atmósfera incorporando herramientas de cálculo y programas específicos para la industria. Gracias a este paso inicial se logró desarrollar una política de acciones concretas tendientes a reducir, compensar o anular los efectos nocivos:
– La mayoría de las empresas involucradas en reducir la huella de carbono del turismo han planteado estrategias educativas tanto de su personal como de los clientes tendientes al compromiso ambiental corporativo e individual.
– Se han informado acerca del proceso de manufactura y uso eficiente de los productos utilizados en el sector.
– Fomentan la participación en programas de gestión ambiental con certificación verde.
– Buscan formar parte de una cadena de gestión ambiental diferenciada.
El sector turístico impulsa su crecimiento sobre las bases de un crecimiento sostenible que garantice viajes gratificantes a sus clientes y empresas éticamente responsables. No se trata de viajar menos sino de viajar mejor.