En la actualidad, adecuar la agenda para poder conciliar el ocio y el trabajo en los viajes de negocios, bleisure, está pasando de ser una tendencia a una realidad casi ineludible.
Si a esto le sumamos que los viajeros corporativos buscan cada vez mayor flexibilidad y un servicio personalizado, podemos visualizar cómo es el perfil del nuevo viajero de negocios.
Las tendencias en la actualidad cambian a una velocidad vertiginosa y la industria de los viajes corporativos no es la excepción. El desarrollo de la tecnología junto a la irrupción (primero) de los millennials en el mundo laboral, y ahora cuando las primeras camadas de centennials (nacidos a partir de 1997-2000) se aprestan también a su estreno, van conformando un escenario muy dinámico a la hora de definir cómo es el «nuevo viajero de negocios».
¿Qué es lo que busca? ¿Cuáles son sus prioridades? ¿Cómo se deben adaptar las empresas y compañías? Aquí te contamos las claves.
No todo es negocio: el bleisure se consolida
Si antes era una tendencia, en 2019 podemos decir que el bleisure (de los conceptos business travel y leisure travel o viaje de negocios) gana terreno y está muy cerca de convertirse en un must, sobre todo en los países más desarrollados. Según el estudio Bleisure Traveler Trends 2018, que encuestó a más de 2.500 viajeros alrededor del mundo, señala que los viajes de negocios que se extendieron por placer pasaron de un 52% en 2016 hasta un 80% en 2018.
En pleno apogeo de las redes sociales, estar en algunas de las principales urbes del planeta y pasar del hotel a reuniones y de vuelta al aeropuerto parece inconcebible. Por ello, se entiende que existe un creciente apoyo corporativo a permitir e incluso fomentar el bleisure: las empresas internalizan cada vez más la necesidad de mantener felices a sus colaboradores, como una forma efectiva de aumentar la productividad.
Actualizar y flexibilizar las políticas de viajes
Para encontrar el punto de equilibrio que concilie las demandas personales (de ocio) con los objetivos laborales en los viajes corporativos, es preciso además que las empresas actualicen sus políticas de viajes y aumenten la flexibilidad, sobre todo en cuanto al abanico de opciones para reservas de vuelos y la duración del viaje.
Así lo explica Alejandra Rivas, Head of Business Managers de Turavion, quien sostiene que «de a poco las organizaciones, desde sus áreas de capital humano, han ido incorporando la manera de medir factores de felicidad de sus colaboradores, y dentro de ellos está conocer el estrés de los pasajeros que viajan de manera permanente o aquellos que pueden viajar más distanciado a destinos lejanos, y han ido adaptando sus políticas de viaje interna permitiendo adelantar una salida o atrasar un regreso para poder disfrutar el destino de manera particular, sin generar costos adicionales, ya que son financiados de manera personal».
Es así como el límite que antes dividía los viajes de negocios con los de placer, se hace cada vez más difuso y las compañías han ido tomando las medidas para adaptarse a los nuevos tiempos y tendencias.