¿Trabajar, vacacionar y divertirse, todo a la vez? Sí, es totalmente posible gracias a una tendencia que ha ido popularizándose últimamente, llamada bleisure, la cual combina lo laboral y productivo, con lo placentero de un viaje.
Algo tan popular, que incluso después de la pandemia, o quizá como consecuencia de esta y las medidas restrictivas que trajo consigo durante mucho tiempo, el 53% de las personas que usualmente salen a otros lugares por trabajo, afirman estar interesadas en esto.
Se compone de la palabra “business” en inglés, que significa “negocio”, y de “leisure”, que en español es “ocio”. Es una de las consecuencias naturales de la relación cada vez mayor entre lo laboral y lo personal, lo cual a su vez se llama “blurring”.
En sí se trata (o se trataba solamente) de viajes de negocios, en los cuales se combinan las actividades laborales con actividades de esparcimiento, pero en la actualidad la definición se ha ido haciendo más amplia.
Normalmente, se cumple la jornada de trabajo o se asiste a eventos corporativos, y después las personas pueden disponer del tiempo libre para salir a conocer, visitar atracciones, o incluso pueden extender su estadía durante un fin de semana, por ejemplo.
Es un modelo muy atractivo de trabajo hoy en día, pues esta actividad ha tenido especial auge desde que llegaron los tiempos pandémicos y el home office ha tomado fuerza como una forma rentable de laborar para las empresas.
Y es que el bleisure ya es algo más allá de la conjunción perfecta entre un viaje incentivo y un viaje de negocios, por su flexibilidad, esto porque ahora no necesariamente implica que alguien sea enviado por parte de su empresa a algún destino por asuntos laborales o como un premio, sino que cualquiera con el mencionado modelo home office lo puede hacer.
Por lo tanto, este tipo de turismo está no solamente dirigido a quienes hacen viajes de negocios grupales o individuales, sino que se agregan también las personas que desempeñan sus labores mediante el teletrabajo, por la versatilidad que tienen para desempeñarse en un sitio u otro.
Lo único que se necesita es un noebook, un smartphone y conexión a internet. Esto ha propiciado que 37% de viajeros ya hayan considerado la idea de trabajar desde otro sitio, y 52% digan que de tener la posibilidad de extender su viaje de negocios con la finalidad de transformarlo en un viaje de placer, lo harían.
Es algo que se puede interpretar como un beneficio en sí mismo, pero podemos puntualizar ciertos aspectos.
En caso de que se trate de un tradicional viaje laboral para acudir a eventos corporativos o a resolver situaciones fuera del lugar de trabajo, la empresa brinda los viáticos, significando para el personal una manera económica de desplazarse, conocer y divertirse, por supuesto, después de haber atendido lo prioritario.
Lo común es que las personas esperen a tomar vacaciones para planear una salida, pero con el turismo bleisure ya no es necesario, incluso los empleados viajeros pueden llevar acompañantes para que disfruten con ellos los momentos de ocio, y puedan compartir experiencias, costeando de forma independiente su viaje.
La posibilidad de que la gente pueda “llevar” su centro de trabajo a diversos parajes en donde al terminar de laborar puedan conocer, explorar, salir y divertirse, genera fidelización, propicia tener al personal contento, motivado y productivo, ya que entonces este disfruta de un dinamismo que sabe que no en cualquier sitio puede tener.
Según cifras de la Asociación Global de Viajes de Negocios (GBTA, por sus siglas en inglés), no será sino hasta el año 2024, que los viajes de negocios a nivel mundial recuperen su ritmo y puedan generar números prepandemia, cerrando en ese entonces con 1.48 billones de dólares, por encima de los 1.40 billones del 2019, y por supuesto muy por arriba de los más de 700 millones del año pasado.
Aquí es donde toma relevancia de nuevo el bleisure, en términos económicos, porque al ya no envolver solamente los viajes de negocios, sino viajes comunes desde los cuales se puede trabajar, el impulso en este terreno se da tanto por la vía de los motivos laborales para trasladarse, como por la de los motivos turísticos.
Además, los viajantes ayudan a la economía local del destino visitado, por la razón que sea. Gastan en hospedaje, comida, como tal en actividades de ocio, y eso ayuda en estos tiempos en los que las finanzas se tienen que reactivar.
El bleisure es la tendencia, y así como muchas empresas se adaptaron al teletrabajo, lo cual sirvió de impulso para fortalecer y diversificar este tipo de turismo, ahora deberán de adaptarse a esta forma de laborar, teniendo en cuenta los beneficios que conlleva.
De igual forma, las agencias de viaje tienen en el bleisure a un mercado creciente por conquistar, con servicios que ofrezcan espacios de trabajo eficientes, como actividades para que los viajeros y aventureros empleados puedan disfrutar.
El bleisure llegó para quedarse, y es buen momento para conocer más al respecto.