Quienes necesitan comprar sus pasajes en avión tienen hoy varias opciones para obtener sus boletos gracias al mercado digital de sistemas de distribución.
Una de ellas es buscar directamente en la página de la aerolínea de preferencia. La otra es contactar directamente agencias de viajes que se encarguen del trámite mediante una labor más cercana y dedicada. La última es utilizar “metabuscadores” como Skyscanner o Kayak por nombrar algunos ejemplos, que sirven para comparar precios y seleccionar dependiendo de los servicios que este trae consigo. Este proceso que parece tan natural es posible gracias al GDS o sistema de distribución global que lleva décadas simplificando la fase de compra de boletos de avión.
Cada una de estas opciones depende del tipo de usuario, ya que una persona que busca conocer el mundo no tiene los mismos intereses que un ejecutivo que tiene una junta de negocios inesperada y lejana, por lo que cada perfil buscará opciones de vuelo diferentes.
Para entender este sistema de distribución, hay que retroceder 50 años atrás, alrededor de los años 70′ donde los vuelos en avión se volvieron más accesibles, proliferando la industria del turismo. El inconveniente de este avance era que comprar un pasaje de avión no era tan sencillo como ahora, de hecho, era un procedimiento bastante engorroso. Había que contactarse con una aerolínea y gestionar vía telefónica para hacer la compra que podía tardar días incluso. Todo hasta qué empresas como American Airlines, Air France, Iberia, entre otros, comenzaron a dar vida a las GDS.
Este sofisticado método tecnológico para la época, permitía la transmisión de datos entre proveedor (aerolíneas y hoteles) y distribuidor (agencias de viaje) en tiempo récord y de manera automatizada. Esta información permitió que los consumidores tuvieran a la mano tarifas, hospedaje, paquetes de viajes, etc. de forma mucho más rápida y eficaz.
Sin embargo, el mundo digital del turismo se ha reinventado, y la existencia de los GDS se ha convertido en una merma para las aerolíneas, quienes hoy buscan mejorar sus ganancias y, por otro lado, ofertar precios competitivos y servicios convenientes a sus clientes. Las GDS, como Amadeus, Sabre, Travel Port, entre otros, son algunos ejemplos de estos sistemas de distribución que han estado muchos años encabezando relaciones comerciales, pero que se han visto amenazadas por un nuevo modelo que han estado desarrollando las aerolíneas, el NDC.
La IATA (International Air Transport Association) diseñó un nuevo modelo de distribución denominado como sistema NDC o New Distribution Capability, con el fin de abaratar costos de estos intermediarios o GDS y ofrecer experiencias personalizadas en los viajes de los clientes mediante canales de comunicación directos. Ejemplos de estos son los cambios de asiento, servicios especiales, cambio de clase al viajar, equipaje extra, paquetes de vuelo, etc.
Esta nueva tecnología utiliza conexiones API (Application Programming Interface), una interfaz que sirve para programar, reforzar la comunicación y automatizar procesos, permitiendo que sus funcionalidades puedan ser reutilizadas por otras aplicaciones o software.
En los últimos años, GDS como Amadeus, ya han implementado estrategias para ser parte de la oferta de NDC. Integrando a Altéa, por ejemplo, la cual suma a 25 aerolíneas, quienes ofertan sus contenidos en el sistema reconocido mundialmente.
Uno de los aspectos fundamentales del lenguaje de la NDC, es permitir que las ofertas, contenidos y tarifarios de cada aerolínea se vean tal como lo oferta la misma compañía, evitando discrepancias o interpretaciones de parte de los usuarios o vendedores. Las aerolíneas que trabajan con NDC tienen mayor control sobre lo que se exhibe en relación con sus vuelos y promociones, pudiendo competir bajo sus reglas, su contenido, sus fortalezas y sus servicios premium. Va mucho más allá de un juego de precios, es ofertar bajo los estándares de cada empresa.
Y así como las GDS se han integrado a esta nueva forma de ofrecer vuelos y paquetes, los metabuscadores como Skyscanner también lo hicieron en su tiempo, incluso siendo reconocidos por IATA.
Es importante no confundir una venta directa en el sitio web de una aerolínea, con una venta vía NDC. Las API NDC permiten generar líneas con OTAs, los emergentes NDC marketplaces, los mismos GDS, metabuscadores y B2B travel managers. Esto es una gran oportunidad para las agencias de viaje, pues les permite visualizar una oferta amplia, honesta y en línea con las políticas de las mismas compañías, pudiendo ofrecer a sus clientes especificidad de contenidos y promociones.
Para viajeros de negocios, o compañías que necesitan responder a políticas estrictas y necesidades específicas en este mundo digital, el sistema NDC se presenta como un valioso avance en la transparencia y acceso a ofertas dedicadas. Líderes de la industria de los viajes como Turavion saben de esto, y pueden orientar e incluso realizar análisis de datos para generar un programa de viajes corporativos adaptado a sus necesidades, gracias a sus asesores conocedores del mercado y las últimas tecnologías de la industria.