Un viaje de negocios es una experiencia fructífera para las empresas. Si bien las videoconferencias son una posibilidad, no han logrado superar el trato presencial, con el que se pueden conquistar logros como la firma de un contrato, entre otros beneficios. Sin embargo, no se puede olvidar que existen riesgos como los fraudes bancarios.
Existen varias formas de cometer este ilícito, con lo que se pueden dividir en tipos de fraude. Conocer los existentes hoy en día resultará de ayuda para detectarlos y de esta manera poder prevenirlos, para que los viajes para empresas no sufran estos contratiempos y saber mitigar el daño si ocurren.
La tecnología está disponible para todos, inclusive para los delincuentes, que adaptan sus técnicas de manera progresiva. Es así que, según el Informe sobre el estado del fraude omnicanal 2023, elaborado por TransUnion, se ha registrado un aumento del fraude digital del 13.3% a nivel global.
Teniendo claro que cualquier persona puede ser víctima de ellos, esto es especialmente importante para los viajeros de negocios, ya que les pueden sustraer recursos económicos y datos bancarios de la empresa.
Parte de entender cómo evitar fraudes con tarjetas de crédito es conocer los más frecuentes:
Suplantación de identidad: ya sea mediante la clonación de tarjetas en cajeros automáticos o en terminales POS, hay casos de viajeros corporativos a quienes les han robado su información. Luego la utilizan para hacer grandes cargos a su tarjeta en nombre de la persona.
Cargos no reconocidos: esta forma de fraude es más sutil, pero potencialmente muy dañino, ya que apuesta a que la persona no sepa que ocurre algún problema. La técnica realizar una serie de cargos fraudulentos por montos pequeños, que podrían pasar desapercibidos y así ganar acceso a la tarjeta de crédito por más tiempo.
Robo y clonación: es más notorio y directo, pero puede hacer un gran daño de una sola vez. Quien hace el viaje corporativo tiene un completo itinerario, que le toma mucha concentración cumplir. Los delincuentes esperan que el lapso en que la persona se da cuenta de que está extraviada, sea suficiente para clonarla, con lo que incluso pueden venderse en el mercado negro para emplearlas antes de que las cancelen.
Phishing: son sitios web fraudulentos, diseñados por hackers, cuyo propósito es hacerle creer a las personas que es un comercio lícito o el sitio oficial del banco. Posteriormente, tras pedirles que ingresen sus datos, proceden a robar su información.
Luego de conocer los peligros, es importante saber qué medidas implementar a fin de permanecer a salvo durante los próximos viajes empresariales.
La primera ventaja es que solamente puede accederse a estas tarjetas a través de una aplicación bancaria, lo que impide su robo o extravío, pues su información está almacenada en línea.
Muchas de ellas pueden encenderse y apagarse de forma manual, aparte de generar un Código Valor de Verificación (CVV) dinámico, que cambia con cada transacción. De este modo puede evitarse un mal uso de terceros. Además, pueden cargarse previamente con el monto necesario de dinero para cada día, evitando el acceso al viático total dispuesto para el viaje.
Esta es gran solución durante los viajes para empresas. Si bien estas tarjetas son físicas, cada transacción que se hace a través de ellas es monitoreada de cerca. Usualmente, una tarjeta corporativa tiene un límite de gastos, cuenta con un programa de seguro de viajes, y llega a ofrecer asistencia las 24 horas del día.
Todo con el propósito de verificar que cada compra encaje con el perfil del colega de viaje de negocios y las limitaciones marcadas por la empresa.
Hablando de la importancia de la vigilancia adecuada, otro método es implementar el monitoreo de transacciones. Son programas con herramientas de analítica y algoritmos cuyo propósito es detectar patrones. Cuando encuentran una anomalía, la empresa se enterará y podrá tomar las medidas necesarias para prevenir el fraude, como bloquear la tarjeta.
También resulta útil configurar alertas en la cuenta bancaria y la tarjeta vinculada a la misma, de tal manera que informe cada vez que se usa. Es una práctica manera de saber si se ocupó la tarjeta en negocios sospechosos, hay intentos fallidos de un cargo o simplemente el colega no realizó esa transacción, con lo que tanto la persona como la empresa reciben un aviso. Así, la detección de compras fraudulentas es más veloz.
Para evitar fraudes, es necesario poner en marcha estas medidas de seguridad y solicitar el apoyo de una agencia especialista en la gestión de viajes para empresas. Por ejemplo, al respaldarse en Turavion, la organización accede a su servicio exclusivo de viajes corporativos, con asistencia 24/7 para el viajero y un asesor que puede orientarle para saber qué hacer ante eventos como la pérdida de sus documentos, según el destino en que se encuentre.